Como todo trabajador sabe, en cualquier empresa siempre hay diversos proyectos en marcha. Para dirigir estos proyectos es imprescindible la figura que los coordine de manera adecuada. Aquí es donde cobra importancia el gestor de proyectos.
No importa si los proyectos de la empresa son online u offline. Su correcta gestión es fundamental para el éxito, pues la consecución de los objetivos depende, en gran medida, de la planificación, el impulso, el adecuado control y la evaluación de los mismos.
Gestionar proyectos de forma profesional es de vital importancia para toda empresa
Es importante tener en cuenta que la gestión de cualquier proyecto debe hacerse estando siempre alineado con la misión, visión y valores de la empresa. Precisamente por este motivo, es por el que se debe conocer a la perfección la metodología que se seguirá y, naturalmente, todos los entresijos del negocio.
Igual de importante es contar con las herramientas que permitan realizar dicho manejo del proyecto. Por si te pica la curiosidad, en el siguiente post analizamos las tres mejores herramientas que puedes utilizar si te dedicas al Project Management.
¿Qué es un gestor de proyectos?
Este profesional se encarga de gestionar cualquier tipo de proyecto de forma eficaz para conseguir su máximo rendimiento. No tiene que venir de una rama profesional concreta, pero sí tener un amplio conocimiento de las nuevas tecnologías.
Algunas de las cualidades de dicho perfil son, por lo general, las siguientes: sistemático, muy riguroso en su trabajo, con una metodología clara y específica -lo que le permite conseguir sus objetivos marcados- y adaptable a los posibles cambios que surjan a medida que el proyecto vaya avanzando.
Otra de sus funciones, la de ser interlocutor de muchos agentes vinculados al proyecto, le obliga a tener habilidades sociales y de comunicación: no solamente para negociar, sino para generar un engagement necesario entre todas las partes implicadas.
¿Qué acciones realiza este profesional?
Entre las muchas tareas que debe realizar, podrían destacarse:
- La colaboración activa con el cliente, aportando un punto de vista fundamental para conseguir llegar al punto deseado.
- La planificación de todas y cada una de las diferentes fases del proyecto, organizando las acciones a realizar y priorizándolas.
- El seguimiento de las distintas acciones, tomando decisiones sobre cualquier aspecto que pueda afectar en modo alguno al esquema trazado. Además, en aquellas circunstancias en las que se haga necesaria su intervención, resuelve los problemas e inconvenientes que puedan aparecer en el desarrollo de los diferentes proyectos que tenga a su cargo.
- Estudio y análisis de los resultados de la ejecución y trasladarlos a quien corresponda, lo que hace necesario que este profesional sea capaz de medir correctamente los KPIs e indicadores que muestren la correcta marcha de los trabajos.
A modo de conclusión, cabe decir que el gestionar proyectos debe hacerse de una forma profesional, contando con una persona experta que sea capaz de realizar todas aquellas tareas que se puedan necesitar en cualquier fase del mismo y que pueda hacerlo de manera global.